miércoles, 17 de abril de 2013

LOS AMANTES DE TERUEL

Queridos mios:

En estos momentos se encuentra en Teruel una persona muy querida y por ello me ha venido a la cabeza la historia de los Amantes de Teruel. Conocí esta historia cuando tenía 8 años en mi primera visita a Teruel, me compré una postal de los amantes que aun conservo, me impacto mucho ya que era la primera vez que escuchaba una historia en la que alguien moría por amor, por lo que he decido contar su romance en este post.





Su historia transcurre en los tumultuosos primeros compases del siglo XIII. En Teruel suenan campanas a boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega a la villa por la cuesta de la Andaquilla.
Se trata del popularmente conocido como Diego de Marcilla (Juan Martínez de Marcilla según los textos históricos), que regresa rico y famoso tras tomar parte en múltiples batallas.
Diego (o Juan) está enamorado desde niño de Isabel de Segura, gran amor que ella también siente por Diego. Pero mientras que ella es de una familia adinerada, él es hijo segundo de otra más modesta. Sin embargo, el padre de Isabel conmovido por el amor que sienten el uno por el otro accede a darle cinco años de tiempo a Diego para enriqueciese, tras los cuales y con este requisito podrá desposarse con Isabel.

Corre el año 1.217. El mismo día que cumple el plazo, Diego regresa a Teruel.

Al poco de llegar, es informado de que el ambiente festivo y el engalanamiento de la villa se debe a que Isabel de Segura acaba de desposarse. La presión de la familia y un pretendiente muy principal, han acelerado el enlace.
Ante tal noticia, Diego decide ir al encuentro de su amada, para escuchar de su boca que se ha casado con Pedro Fernández de Azagra, hermano del Señor de Albarracín. 
Cuando está frente a ella le pide un beso a Isabel, pero ella se niega porque ahora pertenece a otro hombre. Diego no resiste la negativa de su amada y como si algo se le rompiera por dentro, cae fulminado al suelo, muerto.

Al día siguiente, las campanas de boda han cambiado sus sones alegres por los de un funeral. Una comitiva triste y silenciosa transporta el cadáver del infortunado amante depositándolo en el templo. Cuando van a comenzar los funerales, sale de entre el gentío una mujer con la cara velada que se acerca al fallecido: es Isabel de Segura.
Descubriéndose de su velo negro, se acerca a su amado para darle el beso negado en vida, lo deposita en sus fríos labios y al no poder soportar la pena se desploma muriendo sobre él.

La tradición asegura que murieron de amor, por eso fueron enterrados juntos, y juntos han permanecido hasta hoy.



La ciudad de Teruel continúa celebrando las Bodas de Isabel de Segura en el contexto de las Fiestas Medievales, que concluyen tras la muerte de Diego de Marcilla.
Teruel se convierte de nuevo en un ciudad medieval todos los años en Febrero.

Se recrea el entierro de Diego que recorre durante una hora y media las calles de Teruel. El sonido, tétrico, de los tambores hace más trágico este especial momento. En la plaza de la Catedral, amigos y familiares de Diego le dan su último adiós. Llega una joven, con la cara cubierta, pasa la última a despedir a Diego. Le besa y también ella muere. La joven, como era de esperar, es Isabel de Segura.

La leyenda se habrá cumplido una vez más.
Se invita a todos los asistentes a que se besen en honor de los Amantes, en un acto que tendrá lugar en la plaza de la Marquesa, con tambores y bombos, como no podía ser de otra forma en Teruel.

Pues esta es la historia de los amantes de Teruel tan bonita y triste a la vez, porque como ya dijo en su día el Gran Sabina...
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

N.V.

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