miércoles, 24 de abril de 2013

LA SIRENITA: La verdadera historia


Ya vuelve a ser miércoles y con él llega el momento de las leyendas e historias. Hoy descubriremos el verdadero final de la Sirenita que escribió Hans Christian Andersen, aunque personalmente me quedo con el final de Disney, la intrépida Ariel sale del mar en busca de lo que se propone y acaba consiguiéndolo. Allá va:




La Sirenita vive en un luminoso reino subacuático con su padre, el rey del mar, sus cinco hermanas mayores y su abuela. Cuando la joven, un tanto díscola, cumple 15 años de edad, se le permite ascender y contemplar el mundo de la superficie de tanto en tanto. Las reglas son claras: una visita por año es más que suficiente para las jóvenes, y la Sirenita, que pasó toda su infancia oyendo las historias extraordinarias narradas por sus hermanas, realiza su primer ascenso llena de anhelos y fantasías.

Su primer viaje a la superficie la lleva cerca de los restos de un naufragio, donde un único sobreviviente aún se mantiene a flote en las aguas turbulentas. Este joven resulta ser un príncipe apuesto y de caracter más bien cándido. Enamoradiza como sirena que es, cae rendida ante los encantos del príncipe, y se propone superar todas los inconvenientes para conquistarlo. Imposibilitada de seguirlo en tierra firme, la Sirenita lo salva y lo abandona en la costa, justo al lado de un antiquísimo templo a las deidades submarinas.



Rápidamente la Sirenita vuelve a sumergirse para interrogar a su abuela, una sirena sabia y anciana; quien le informa que la vida de los humanos es mucho más corta que la de las criaturas del mar, cuya duración se estima en 300 años y que cuando las sirenas mueren se transforman en espuma de mar, mientras que los humanos poseen alma y un destino inmortal en el cielo.

Deseosa de compartir ese destino de eternidad, la Sirenita se reúne con la Bruja del Mar, una especie de espíritu acuático con poderes formidables. Ella le propone un pacto de dudosos beneficios: la transformará en una mujer humana, pero si el príncipe decide casarse con otra, morirá inexorablemente. Además, a modo de adelanto, la bruja le pide un sacrificio brutal: su voz. De este modo, mutilada en su esencia misma la Sirenita se arroja al mundo de los humanos dejando atrás su cola de pez, sabiendo que sin ella jamás podrá retornar al medio acuático.

Pero conseguir un par de piernas no es más fácil que hacerse con un alma inmortal. Esta -explica la Bruja- solo pertenece a los humanos, y tú deberás ganártela mediante un beso. En otras circunstancias, esto no hubiese sido un problema para la joven Sirenita, desde luego, bellísima; pero despojada de su voz, y con dos piernas que se sienten como dos espadas cortándole las caderas con cada paso que da, el asunto se torna complicado.




El príncipe pronto se siente atraído por esa joven de andar tambaleante. Goza enormemente al verla bailar y saltar, y ella lo hace, a pesar del dolor insoportable que esto le provoca. Sin embargo, tras un corto idilio, el príncipe resuelve seguir los buenos consejos de su familia, y se casa con una joven noble acorde a sus espectativas.

Sabiendo que esta decisión la matará, las hermanas de la Sirenita le ofrecen una vía de escape: un cuchillo mágico que le devolverá la cola de pez si con él logra asesinar al príncipe y bañar sus piernas con la sangre de aquel. Para conseguirlo, las cinco hermanas debieron entregar sus exubertantes cabelleras a la bruja.

Es así que la Sirenita se acerca al lecho de los recién casados con el cuchillo en la mano, llorando silenciosamente por todo lo que ha tenido que sacrificar. El amanecer la encuentra allí, llena de dudas e incertidumbres. Sabe que es incapaz de matar al hombre que ama, y en consecuencia arroja el cuchillo y se lanza al mar, que la recibe en su seno y la convierte en una espuma delicada y fragante.
Pero no todo terminó ahí. La Sirenita pronto se encuentra rodeada por los espíritus incorpóreos de incontables sirenas muertas, que ante su tremenda valentía, sacrificándose ella misma para salvar al príncipe, le conceden un alma inmortal...

Muy triste, Disney lo dulcifica todo, pero no tiene nada de malo seguir soñando verdad???


Xoxo
N.V.

2 comentarios:

  1. Un final muy diferente!!En los cuentos de Disney todas las chicas consiguen al apuesto príncipe....Cosa que no sucede en la vida real!jijiji

    Me encanta que nos sorprendas con estas curiosidades! Bravo.

    XoXo

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  2. Disney siempre nos hace soñar, aunque debo decir que estan cambiando bastante su registro en cuanto a sus princesas, ya no son las típicas que se quedan en el castillo esperando a que las rescaten, salen ellas solitas...mucho mas en consonancia con los tiempos actuales, ya era hora!! me alegro que te guste!!

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